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Chernóbil cambió la vida de más de 5 millones de europeos en 1986.
A 30 años del accidente,
el mundo cuenta aún con 442 centrales nucleares en 29 países.
«Voces de Chernóbil» es un testimonial imperdible en tu biblioteca personal.
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| Svetlana Alexiévich |
| Svetlana Alexiévich nació en Ucrania el 31 de mayo de 1948. A temprana edad, acompañó a su familia en su traslado a la ciudad de Minsk (Bielorrusia). Es periodista ampliamente reconocida en Polonia, Austria, Estados Unidos, Francia y Alemania. En 2015 La Academia de Suecia le otorgó el Premio Nobel de Literatura por el valor de sus crónicas sobre el fin de la era soviética y sus aportaciones a la narrativa contemporánea. |
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SELECCIONES DE LA OBRA:
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| «VOCES DE CHERNÓBIL» |
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| «El 26 de abril de 1986, a la 1 h 23' 58'', una serie de explosiones destruyeron el reactor y el edificio del cuarto bloque energético de la Central Eléctrica Atómica (CEA) de Chernóbil, situada cerca de la frontera bielorrusa. La catástrofe de Chernóbil se convirtió en el desastre tecnológico más grave del siglo XX... Después de Chernóbil, el país perdió 485 aldeas y pueblos: setenta de ellos están enterrados bajo tierra para siempre... Uno de cada cinco [bielorrusos] vive en un terreno contaminado. Se trata de 2,100,000 personas, de las que 700 son niños. Entre las causas del descenso demográfico, la radiación ocupa el primer lugar.» [ p.13 ] |
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| Una solitaria voz humana |
| Testimonio de Liudmila Ignatenko esposa del bombero Vasili Ignatenko ( Fragmento ) |
| «—Corrí en busca de una conocida que trabajaba de médico en aquel hospital... Lo vi. Estaba hinchado, inflado todo. Casi no tenía ojos. "¡Leche! ¡Mucha leche!", me dijo mi amiga. "Que beba tres litros al menos"... Muchos médicos, enfermeras y especialmente las auxiliares de este hospital, al cabo de un tiempo, se pondrían enfermas. Morirían. Pero entonces nadie lo sabía… Le pregunto: "Vasia , ¿qué hago?". "¡Vete de aquí! ¡Vete! Esperas un niño"... Me pide: "¡Vete! ¡Salva al bebé!".» [ p.21 ] |
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| Entrevista de la autora consigo misma... |
| Sobre la historia omitida y sobre por qué Chernóbil pone en tela de juicio nuestra visión del mundo. (Fragmento) |
| «—Los liquidadores trabajaban a menudo sin los uniformes especiales de protección, se dirigían sin protestar allí donde "morían" los robots, se les ocultaba la verdad sobre las altas dosis de radiación recibidas y ellos se resignaban a ello y luego se alegraban incluso al recibir los diplomas y las medallas gubernamentales que les entregaban poco antes de su muerte... No se sabe por que con el tiempo se olvidan de que estos hombres salvaron a su país. Han salvado a Europa. ¿Quién puede imaginarse aunque sea por un segundo el panorama si hubieran explotado los tres reactores restantes?» [ p.50 ] |
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| Chernóbil. Abril de 1986. Foto: © Paul Fusco. |
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| Coro de soldados |
| Artiom Bajtiárov, soldado; Oleg Leóntievich Vorobéi, liquidador ... ( Fragmento ) |
«— A los padres no les dije nada de que me habían mandado a Cheróbil. Mi hermano compró por casualidad el periódico "Izvestia" y se encontró allí con mi retrato. Se lo llevó a mi madre y "¡Aqui lo tienes, todo un héroe!". Mi madre se hechó a llorar...
—Y durante el viaje, ¿Sabe usted lo que yo veía? En los arcenes de la carretera... Bajo los rayos del sol... Un finísimo brillo. Brillaba algo cristalino. Unas partículas finísimas... enseguida descubrimos unos agujeros quemados en las hojas... Los arbustos de grosella estaban a reventar; las ramas de los manzanos se doblaban hasta el suelo... no había modo de vencer la tentación. Te comías una manzana ... aunque nos habían dicho que no se podía... entre maldiciones pero te las comías...
—Luego regresamos a casa. Me quité la ropa y la tiré a la basura. Pero la gorra se la regalé a mi hijo pequeño. Tanto me la pidió que... No se la quitaba para nada. Al cabo de dos años. el diagnóstico fue: "Tumor en el cerebro"...» [ p. 120] |
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| Monólogo a dos voces... de hombre y de mujer |
| Hablan los maestros Nina Konstantínovna y Nikolái Prójorovich... (Fragmento) |
«— ¿Nunca ha escuchado las conversaciones de los niños sobre la muerte? ... Si hasta hace poco a los pequeños les interesaba..."¿De dónde vienen los niños?". Ahora lo que les preocupa es qué pasará después de una bomba atómica... A su alrededor ha surgido otro mundo... ¿Pero que es esto de la radiación? De modo que ni se oye ni se ve... la leche no se puede beber... Han traído a la tienda carne china y alforfón...
—Los escolares se tumbaban sobre los pupitres, se dormían en medio de la clase. Y todos se volvieron terriblemente tristes, malhumorados, en todo el día no veías una sola cara contenta... Los niños crecen dentro de casa. Sin el bosque, sin los ríos. Solo pueden mirarlos desde la ventana...» [ p. 184 ] |
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| Monólogo del niño deforme al que todos van a querer |
| (Fragmento) |
| «—Mi hija me dijo hace mucho: "Mamá, si doy a luz a un niño deforme, lo querré igualmente"...
Unos conocidos nuestros han tenido un niño. Lo esperaban; era su primer hijo. Una pareja joven, guapa. Pero el niño tiene una boca que toca sus orejas; aunque no tiene orejas... Yo no voy a verlos como antes, no puedo. En cambio mi hija, un día sí y otro también, va corriendo a verlos... no sé si imagina su futuro... o se prepara.» [ p. 322 ] |
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| Pacientes con cefaleas a causa de su exposición a la radiación. © Foto: Paul Fusco. |
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Svetlana Alexiévich "Voces de Chernóbil" D.R.© 2015, Penguin Random House Grupo Editorial , S.A.de C.V.
Ttraducción: Ricardo San Vicente.
Textos:
Cortesía del editor.
Las páginas especificadas corresponden a la edición en lengua castellana con ISBN: 978-607-313-963-2
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| "Voces de Chernóbil" y lo contemporáneo |
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A 30 años de la tragedia de Chernóbil, la Academia de Suecia nos alerta sobre los efectos de la tecnología nuclear.
Entrevistada por la televisión rusa, Svetlana Alexiévich plantea la necesidad de concientizar al mundo sobre un peligro ignorado en su dimensión real: «Existe mucha información omitida en las versiones oficiales». Comentó la escritora.
«Voces de Chernóbil» es un libro interesante. Recomendable como documental periodístico, de un estilo literario novedoso llamado también «polifónico» por los críticos. |
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